Encera una cara de un folio cualquiera, frotándolo con una vela blanca.
Coloca la hoja con la parte encerada hacia abajo, sobre un papel corriente y escribe fuerte el mensaje, para que las letras queden grabadas con la cera en el papel de abajo.
Para descubrirlo se echa cualquier tipo de polvo ( Nescafé, tiza de color, tierra...). Mueve el papel para que el polvo se concentre en las muescas de cera.
domingo, 20 de abril de 2008
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